Enamorarse por primera vez lo cambia todo.

De repente, una persona aparece y cambia tu vida. Te alegras de verla, sientes nervios en el estómago que nunca habías sentido, notas como le importas de una forma diferente. Las conversaciones de grupo pasan a conversaciones de dos y las miradas y abrazos furtivos te hacen sentir especial.

Sin duda, una sensación maravillosa.