Todo el mundo, tarde o temprano,

encuentra a esa persona que arregle su mundo

y reconstruya todas sus ruinas.

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Yo no quiero medios limones que me amarguen,

ni medias cebollas que me hagan llorar.

Yo quiero una naranja entera, como yo,

alguien feliz y completo que comparta todo conmigo.

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No te agobies, cuando dejes de buscar

aparecerá esa persona que lo desordene todo

de una forma que te encantará, te lo prometo.