No es cierto que el gran amor deba ser perfecto.

Todas las relaciones tropiezan con piedras. La mayoría de las parejas no consiguen sortear todos los obstáculos y se rompen, se rinden porque su amor no es tan sólido como pensaba. Pero el gran amor, el de verdad, ése siempre resiste.

Porque lo importante es que su mano izquierda se entrelace con tu mano derecha con pequeños apretones que nos transmitan fuerza. Porque por muy fuerte que sea la marea, si la roca es fuerte, resiste.