Amistad, ése tesoro que me das gratis.
Siempre unidas sin importar el cuándo ni el dónde. Compartimos lágrimas, risas, secretos, miedos, sueños. Incluso a veces sabes mejor que yo cómo voy a reaccionar o lo que pienso de verdad de ciertas cosas.
Eres el ancla que nunca permite que me hunda, el abrigo en las noches frías y el hombro en el que llorar cuando la vida me supera.