Como dijo Sabina «La vida siguió, como las cosas que no tienen mucho sentido«.
Todo dejó de tenerlo cuando te fuiste, se fueron los «buenos días Nani«, las tardes en el Sol Park de Calle Barcelona, los «me cago en tu padre«, las bromas que me hacías constantemente y los viajes juntos a Coruña o a la aldea los fines de semana.
Pero la vida siguió, no quedaba otra, mi sonrisa ha vuelto pero tu recuerdo todavía duele.
Yo lloro menos, sinceramente no echo de menos las lágrimas ni la sensación de vacío, pero a ti tío, a ti te echo de menos cada día.