En las buenas noches

mi cabeza descansa sobre su pecho

al ritmo de los latidos de tu corazón.

 

En las malas noches

abraza mis miedos y demonios

entre caricias y besos.

 

En los buenos días

su mano agarra fuerte la mía

para que no nos alejemos.

 

En los malos días

su mirada me tranquiliza

y calma mis temores.

 

Porque tengo la suerte

de que él sea mi mitad,

una extensión de mí misma.

 

La parte favorita de mi vida es él.