Me gusta tu piel, suave en cada caricia.
Tus manos, explorando curiosas mi cuerpo.
Tus ojos, observadores, siempre cuidándome.
Me encanta tu risa, divertida.
Tus bromas, inesperadas y locas.
Tus gustos, muy parecidos a los míos.
Adoro tu envoltorio: tu cara, tus manos,
tus abrazos, la seguridad que siento contigo.
Pero, sin lugar a dudas, mi parte favorita
es lo que se esconde bajo tu pecho,
latiendo contento cada vez que nos vemos,
echándome de menos cuando nos separamos,
queriéndome un poquito más cada día.