Escribe tu propia historia, con cariño,
línea tras línea, con buena letra,
saboreando todos los buenos momentos,
disfrutando de los pequeños triunfos
y aprendiendo lecciones de cada error,
siempre levantándote en cada tropiezo.
Escribe tu propia historia, con cariño,
línea tras línea, con buena letra,
saboreando todos los buenos momentos,
disfrutando de los pequeños triunfos
y aprendiendo lecciones de cada error,
siempre levantándote en cada tropiezo.