¿Os imagináis poder controlar lo que sentís a vuestro antojo?

En las malas rachas bloquearía la angustia por la pérdida, la ansiedad cuando nada te calma, la tristeza al echar tanto de menos, las ganas de llorar cuando algo duele. Bloquearía todos esos sentimientos que me quitan la respiración.

Los cambiaría por sentimientos positivos: por la alegría de ver a quien quieren sonriéndote, la emoción de empezar algo nuevo que llevas tiempo deseando, la satisfacción de alcanzar tus metas con esfuerzo, la felicidad cuando todos los tuyos están bien.

Movería todas esas emociones y las hilaría a conciencia para que se mantuvieran siempre fuertes, para que me permitan tomarme un respiro cuando las cosas se tuercen. Hilaría esos hilos para formar una coraza que me impidiera sentir dolor.