El ser humano es ese ser capaz de hacer daño gratuitamente, sólo por el placer de ver el sufrimiento ajeno.

El ser humano es malo, codicioso y ruin, sólo ve envidia en el ojo ajeno y en el propio, no es capaz de ver más allá de su pellejo. Manipula, controla y engaña a su antojo a las personas de su alrededor para que nadie conozca su miseria interna.

Odio a la gente falsa, manipuladora y mentirosa. Esa que sabes que te miente a cada palabra, que sólo te va a ayudar si consigue algún beneficio a cambio. Te utilizan, te usan y después te ignoran, una y otra vez. Esa gente que siempre tiene que ser el centro del drama, los que peor lo pasan, a los que más daño han hecho, los únicos con licencia para pasarlo mal. Y, lo peor de todo, es que siempre van a por las buenas personas.

Por eso, y mucho más, yo prefiero a las personas. A ésas que, en lugar de tenderte la mano, te regalan el brazo entero, las que ayudan a cualquiera que lo necesite sin importar clase social, los que están ahí para sus amigos sin preguntas ni condiciones ni engaños.

Para mí, las personas son las que mueven el mundo. ¿Y yo? Yo soy persona.