Porque contigo todo es más sencillo, lo difícil se vuelve fácil y lo imposible siempre posible. Los días grises se convierten en azules y las noches lluviosas acaban con risas y sonrisas.
Porque nunca me siento sola, siempre está tu mano atenta dispuesta a agarrarme si me caigo, bueno, en realidad nunca me has dejado caer. Porque a cada paso que doy, por pequeño e insignificante que sea, sé que tengo tu apoyo incondicional y que confías plenamente en que soy capaz de lograr lo que me proponga.
Porque en los buenos despertares a tu lado eres esas cosquillitas en los pies, esa brisa de verano que relaja y esa sensación de felicidad constante sin encontrar un motivo concreto, aunque el mío lo eres tú. Siempre eres tú.
Por todo eso, y por mucho más, TE QUIERO desde cualquier punto de vista.