¿Cuántas veces has dicho que sí queriendo decir no? A veces tenemos que aprender a decir que no. A escuchar nuestra propia voz y dejar de priorizar las necesidades de los demás.

En demasiadas ocasiones he hecho cosas que no quería por no atreverme a decir que no. Muchos piden y piden pero no dan nada a cambio. Por eso es necesario distinguir por quién merece la pena decir sí aunque no te apetezca, quién está ahí cuándo más lo necesitas aunque a esa persona no le apetezca, quién te prioriza sin dudar.