Fuera hace calor, pero por dentro sólo noto frío.
El mismo que hace desde que te perdí
y que no me permite sentir nada.
Este frío me cala los huesos
y me impide tocar la felicidad.
La calidez de la chimenea duele,
no consigue entrar en mi corazón,
allí vive eternamente el invierno,
congelando cada mínimo sentimiento
que me recuerde que sigo viva.
Qué poema tan triste y frío (por usar tus palabras), aunque me ha gustado mucho porque refleja a la perfección lo que supone una pérdida. Enhorabuena por unas pocas frases que consiguen transmitir tanto.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias, la verdad es que he pasado por esa sensación y es muy duro. Un besazo
Me gustaMe gusta