La vida es como una montaña rusa. Con sus subidas y sus bajadas. Pero, lo importante, es la sensación de euforia mientras disfrutas de cada segundo subido a ella.

Las bajadas nos hunden, moral y físicamente. Impiden que veamos más allá de los problemas y nos bloqueemos. Detrás de las nubes siempre sale el sol, y eso es algo que no debemos olvidar NUNCA.

Las subidas son adrenalina, son VIVIR con mayúsculas. Consiguen que recordemos que la vida es maravillosa y que merece la pena luchar día a día por ser felices.

Lo bueno es disfrutar y aprender de todos y cada uno de los momentos que vivimos.