Galicia, cada día máis linda máis linda, cada día mellor e mellor.

 

No podría estar más enamorada de mi tierra. Soy una gallega orgullosa y con tanta morriña de vivir lejos que llevo la palabra tatuada en el brazo y una nube con lluvia en el tobillo.

 

¿Qué os puedo contar de ella? Tengo tantas cosas que no sé por dónde empezar…

 

¿Sus paisajes por ejemplo? Campos verdes infinitos, bosques frondosos, ríos caudalosos, playa de arena fina y agua fresquita, monumentos antiguos que te dejan sin palabras, héroes legendarios, Breogán, la Muralla Romana, la Torre de Hércules, la Catedral de Santiago, las Termas de Ourense… Sobre todo la Muralla Romana de Lugo, tan bonita, tan preciosa, tantos años y todavía intacta, por la ciudad pasan los años pero ella se mantiene joven y perfecta.

 

¿Su gastronomía? Platos interminables, comidas a reventar, pulpo, callos, zamburiñas, cocido, caldo, cacheira, filloas… Nada mejor que Galicia para comer hasta quedarte sin hambre e incluso comer cuando ni siquiera tienes hambre. Nada mejor que Galicia para disfrutar comiendo, para hacer turismo gastronómico. Como dicen los carteles «E para comer, Lugo».

 

¿Su bebida? Noches de San Juan con sus queimadas, licor café que te hace arder la garganta, licores caseros que te alegría. Estrella Galicia…mmm…no hay nada más placentero que una 1906 en vaso frío a las ocho de la tarde a primera línea de playa y con una tapa de cocina recién cocinada.

 

¿Su gente? Me faltan palabras para describir a los galleguiños: encantadores, riquiños y agradables. Te hablamos por la calle, ayudamos en todo lo que podemos, sonreímos cuándo nos apetece, te acogemos como si siempre hubiera formado para de la familia. Te abrimos nuestras casas y corazones sin dudar.

 

¡Viva Galicia!